Abordaje epidemiológico a la actual pandemia por covid-19. Limitaciones y
reflexiones.
Fátima Alas
La epidemiología tradicional,
y sus enfoques desde el empirismo lineal, dejan de relieve sus limitantes
frente a los desafíos que plantea la actual pandemia, y vemos como su lectura,
interpretación y formas de abordaje a escala global están siendo insuficientes.
La
epidemiología, como parte del poder simbólico (que es el poder de constituir de
enunciar, de hacer ver y hacer creer, de confirmar o de transformar la visión
del mundo, y de este modo la acción sobre el mundo) no se escapa a las disputas
por intereses que tienen a la base la búsqueda del lucro desmedido. Dos grandes
enfoques de la epidemiología corresponden, sin duda a corrientes ideológicas
que se contraponen -pues no podemos asumir neutralidad en la producción y
reproducción de conocimiento-. La primera de ellas, a la línea positivista, o
epidemiología clásica que utiliza como uno de sus métodos el empirismo y toma
como base el pensamiento cartesiano (por mencionar dos aspectos); y la
epidemiología crítica que tiene como categorías centrales el metabolismo
sociedad-naturaleza, la reproducción social y la determinación social de la salud.
Respecto
al manejo de la actual pandemia por covid-19, se pueden visibilizar algunas características
de la epidemiología tradicional, por ejemplo:
- La forma en la que ha sido abordada la enfermedad se ha centrado en la primacía absoluta de una asociación de causa-efecto, enunciando un único factor de riesgo de contagio “contacto con una persona infectada”.
- Expone la noción de vulnerabilidad y progreso del comportamiento de la enfermedad desde elementos casi exclusivos de naturaleza biológica y probabilística.
- Enuncia como forma de abordaje una respuesta al casi único factor de riesgo enunciado, siendo el distanciamiento social y la cuarentena las alternativas que han terminado en imposiciones únicas en muchos contextos.
Así pues, el enfoque aplicado a
la pandemia, ha puesto al centro el trinomio lugar, persona, y tiempo;
colocándolo como un hecho ahistórico, eminentemente biológico y con una mirada
en función probabilística, más que socio-sanitaria. Además, retoma las
estadísticas como números gruesos, sin incorporar análisis teniendo en cuenta
categorías como tipo de trabajo, lo que evidenciaría los espacios, condiciones
y aspectos económicos de quienes han sido mayormente afectados, tampoco
incorpora el acceso a un sistema de salud público y universal en sus lecturas.
Es
necesario posicionar el momento histórico en el que estamos, lo que puede ser
nutrido desde los aportes y advertencias que ya se habían hecho desde la
ecología política sobre las consecuencias de la destrucción consecutiva del
medio ambiente y el desequilibrio en los ecosistemas, para abrir paso a
respuestas nacionales o internacionales que intervengan a nivel de la “causa
detrás de la causa”. Asimismo, no se ha visibilizado que los lugares que han
constituido “epicentros” lo han sido porque la clase trabajadora debía
continuar laborando sin medidas de protección, lo que les resultó en contagios
masivos (caso Italia, por ejemplo), y que la saturación y colapsos de sistemas
sanitarios, son producto de las recetas e imposiciones que el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial introdujeron en la región con los recortes
presupuestarios a la cartera de salud, lo que abrió las puertas a olas
privatizadoras, debilitando lo público desde aspectos de equipamiento e
infraestructura hasta condiciones laborales para el personal. Así pues, la
pandemia nos encuentra con sistemas debilitados, fragmentados y siguiendo
abordajes que no visualizan la salud como producto de procesos y dinámicas
sociales.
Si
una de las consignas promovidas, es evitar el colapso de los sistemas
sanitarios, una respuesta consecuente estatal, tendría que estar poniendo en el
centro garantizar sistemas de salud públicos universales, gratuitos y de
calidad, una discusión aún ausente.
Respecto
de la afectación de la salud a nivel psicológico, Nahomy Klein (2008)
interpreta y describe el accionar de grandes corporaciones y medios de
comunicación masiva y su respectiva influencia, hay que resaltar que el manejo
de la información en torno a la pandemia plantea una incertidumbre y percepción
de amenaza creciente, permanente e indefinida versus respuestas estatales
difusas, casi improvisadas y en el peor de los casos selectivas (priorización
de respiradores para personas en edad "productiva); generando un estado
casi permanente de emergencia, propiciando así cierta "docilidad"
para decisiones estatales importantes, inhibiendo la capacidad de reflexión y
aporte crítico a nivel de masas.
Los señalamientos desde la
medicina social y la epidemiología crítica señalan que el hecho de no
incorporar la reproducción social y metabolismo sociedad-naturaleza así como la
determinación social de la salud como herramienta para trabajar la relación
entre la reproducción social, los modos de vivir y de enfermar y morir, limita
la posibilidad de hacer una lectura crítica y por lo tanto plantear abordajes con
mayor nivel de especificidad y complejidad (Breihl 2013). Incluir en las salas
situacionales variables sociales y cruces con otras afectaciones a la salud aún
vigentes, así como participación social activa y trabajo articulado, podrían
generar abordajes más holísticos y contundentes.
También es importante plantear
medidas de economía solidaria u otras similares, pues si bien el covid-19 se ha
perfilado como la problemática central, existen otras enfermedades y otras
crisis, quizás de mayor magnitud que continúan afectando a la población, y que
no tienen el foco mediático ni el interés y voluntad política para abordajes
efectivos.
Ignacio
Ramonet (2020), entre otres pensadores actuales, nos provocan a empezar a
construir una realidad diferente post-pandemia, cientistas de la epidemiología
crítica, de la medicina social han dibujado líneas a incorporar en el espacio
sanitario, ¿Seremos capaces de articularnos y construir en conjunto?
Referencias
1. Breilh J. La determinación
social de la salud como herramienta de transformación hacia una nueva salud
pública (salud colectiva). Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2013; 31(supl 1):
S13-S27.
2. Laurel A. C. Sobre la
concepción biológica y social del proceso salud-enfermedad. (2008). Digital repository [Internet]
Disponible en https://digitalrepository.unm.edu/lasm_es/299
3. Klein, N. La doctrina del
shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós, 1ra. Ed. Argentina. 2008.
4. Ramonet, I. La pandemia y
el sistema mundo. Nodal [Internet] Abril 2020. N° 2482. Disponible en https://www.nodal.am/2020/04/la-pandemia-y-el-sistema-mundo-por-ignacio-ramonet/
Excelente estimada Fatima Alas. Felicidades excelente articulo
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