Panorama global de factores sociodemográficos que influyen en personas VIH con tuberculosis pulmonar.
Panorama
global de factores sociodemográficos que influyen en personas VIH con
tuberculosis pulmonar.
Isabel
Torres
La tuberculosis es causada por una bacteria
(Mycobacterium tuberculosis) casi siempre afecta a los pulmones. Es una
afección curable y prevenible.
La infección se transmite de persona a persona a
través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o
escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta que una persona inhale
pocos bacilos para infectarse.
Se calcula que un cuarto de la población mundial
tiene «tuberculosis latente» (1), término al que se refiere a personas
infectadas por el bacilo pero que (aún) no han enfermado ni pueden transmitir
la infección.
Las personas infectadas con este bacilo tienen un riesgo de enfermar de tuberculosis
durante la vida de un 5-15% (1). Las
personas inmunodeprimidas, por ejemplo con VIH, desnutrición o diabetes, y los
consumidores de tabaco tienen riesgo mayor de enfermar.
Cuando alguien desarrolla tuberculosis activa, los síntomas
(tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etc.) pueden ser leves
durante muchos meses, haciendo que la
persona afectada tarde en buscar atención médica, con el consiguiente riesgo de
que la bacteria se transmita a otros sujetos. Una persona con tuberculosis
activa puede infectar durante un año
entre 5 y 15 personas por contacto directo. Si no se proporciona un tratamiento
adecuado, el 45% de las personas VIH-negativas con tuberculosis y la totalidad
de las personas con coinfección tuberculosis/VIH fallecen a causa de la
enfermedad (1).
La tuberculosis (TB) está en las principales diez
causas de muerte en el mundo, siendo la
primer causa de muerte en personas infectadas por el VIH (2), y las relacionadas con la resistencia a
antimicrobianos.
En 2018 la incidencia de TB fue de 10
millones de casos nuevos, de los cuales 1,5 millones fallecieron a causa de
ésta (251 000 personas con VIH); además 1,1 millones de niños (de 0 a 14 años) enfermaron,
(251 000 fallecieron por TB asociada a VIH). La
mortalidad global ha descendido un 46% desde el año 2000 al 2018 (2).
Bangladesh, China, Filipinas, India, Indonesia,
Nigeria, Pakistán y Suráfrica acumulan el 66% de casos nuevos (2).
Las tasas de incidencia según el nivel de ingresos
económicos son, globalmente: menos de 10 casos nuevos/100 000 habitantes en los de ingresos altos, 150-400 en los
30 países con mayor impacto, y más de 500 en países como Filipinas, Mozambique
y Suráfrica (2).
En la actualidad la TB es un problema de
salud pública de primera magnitud, constituyendo la causa de muerte más
frecuente por agente infeccioso y representando aproximadamente la cuarta parte
de la mortalidad evitable en los países pobres, en donde se registran la mayoría de
los casos y fallecimientos.
El VIH es el gran aliado del bacilo de la
tuberculosis ya que tiene la capacidad de inutilizar y destruir las células
encargadas de la defensa antituberculosa.
La afección de las distintas zonas del mundo
por VIH es muy desigual ya que el 95% (3) de los casos ocurre en países más pobres, similar a lo que
acontece en la tuberculosis. Además, en los países industrializados la infección por el
VIH ocurre en poblaciones jóvenes (menores de 50 años) mientras que la
infección tuberculosa ocurre en poblaciones de más edad. Al no superponerse
ambas infecciones en los mismos grupos de pacientes, el impacto multiplicador
de ambos será menor que en los países de la periferia donde sí coinciden las
poblaciones infectadas por ambos microorganismos.
En general podemos distinguir los siguientes patrones epidemiológicos:
La combinación de la infección por el VIH con
la tuberculosis es letal, ya que la una acelera la evolución de la otra. En 2018
fallecieron unas 251 000 personas por tuberculosis asociada al VIH. Ese mismo
año, se registraron unos 862 000 nuevos casos de tuberculosis en personas
VIH-positivas, el 72% de ellos en África. En América el 5.1% de coinfección de
TB/VIH corresponde a estados Unidos. (1).
Países occidentales industrializados: tasas
de incidencia bajas, centrándose
cada vez más los casos en emigrantes y subgrupos asociados con la pobreza e
inmunosupresión. La resistencia a tuberculostáticos es baja y mayor en emigrantes. La asociación a VIH varía
de baja a alta.
Países Bálticos: tasas de incidencia altas
con escasa presencia de casos en emigrantes. La resistencia a tuberculostáticos
es baja y generalmente mayor en emigrantes. La asociación a VIH es baja pero
con tendencia al aumento.
Países de Europa Central adheridos a Europa
desde 2004: tasas de incidencia entre moderadas y altas pero declinando. Los
casos en emigrantes son raros. La resistencia a tuberculostáticos es baja, al
igual que la asociación a VIH (3).
Rusia y resto de países de la antigua Unión
Soviética: tasas de incidencia altas. Los casos en emigrantes son pocos. La
resistencia a tuberculostáticos es alta y la asociación a VIH es baja aunque
los datos disponibles son insuficientes.
El impacto de la tuberculosis pulmonar sobre
las personas con VIH, sin duda alguna se establece por las condiciones
socioeconómicas que afectan a una gran parte del mundo. Esto es debido a las
desigualdades económicas, evidenciándose un incremento en las poblaciones más
pobres y la necesidad de migrar de éstas personas a una mejor situación
económica lo que facilita la diseminación de la coinfección a países
industrializados. Por lo que es necesario ampliar el seguimiento de la
situación de la epidemia de tuberculosis pulmonar en personas con VIH
reforzando el financiamiento a nivel mundial y fortaleciendo los sistemas de
salud especialmente en los países pobres.
Bibliografía
1.
Organización
Mundial de la Salud (OMS). TUBERCULOSIS. (Internet) (17 de Octubre de 2019. (Consultado 06 de Abril
de 2020). Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tuberculosis
Comentarios
Publicar un comentario