¿Quién
cuida la salud mental de los cuidadores de salud?
Inecilia Argueta
Desde
el 2010 con la reforma de salud se han tenido cambios significativos en el tema
de salud, la cual desde su concepción adopta la idea de abordar la salud desde
las determinantes sociales utilizando la estrategia de atención primaria en
salud integral cuyos pilares son: La organización comunitaria, participación
social, colaboración intersectorial y
búsqueda de la equidad.
Se
contrató personal de salud en todas las disciplinas creando más de 376 nuevas
unidades comunitarias de salud familiar (UCSF) y más de 577 equipos
comunitarios de salud familiar (ECOS F)(1) distribuidos a lo largo y ancho de
nuestro país, quienes tiene la tarea de garantizar el derecho a la salud, basándose en los principios básicos como la
equidad y solidaridad.
Los
ECOS Familiares tienen como finalidad acercar los servicios de salud de manera
integral a aquellos lugares en donde nunca antes se había llegado. En muchos
lugares no se contaba con sede propia, siendo la comunidad quienes apoyaban a través de sus directivas
proporcionando el lugar adecuado ya fuese una casa comunal o alguna vivienda,
todo con la finalidad que se instalaran los equipos comunitarios de salud.
Una
vez instalados el ECOSF, se brindaba la atención tres días por semana en la sede y dos días se realizan los seguimientos a las familias; estas visitas se realizan por equipos
multidisciplinario conformado por médico, enfermera y promotor
realizando actividades de
promoción y prevención de la salud como consulta general, controles prenatales, infantiles, vacunación, también seguimiento a aquel paciente encamado o a
aquel que por alguna razón no puede desplazarse.
En
9 años de reforma de salud se han
alcanzado muy buenos resultados, en parte debido al trabajo de los ECOS-F y en
las comunidades. Sin embargo el precio para el trabajador de salud ha sido alto, ya que en estos últimos
años el desarrollo normal de las
actividades de salud se ha visto afectado en incontables ocasiones debido al incremento
del fenómeno de grupos en conflicto con la ley en las comunidades en donde se
trabaja cambiando la composición de la organización comunitaria.
Por
lo anterior en necesario preguntarse, ¿Existe una relación entre el trabajo que
se realiza y la salud mental? Y de ser
así, ¿Todos los tipos de actividad laboral afectan de la misma manera? La
respuesta es sí. Todas las formas de
trabajo generan un estrés, pero más las que tienen contacto directo con las personas,
ya que tiene que lidiar con diferentes emociones, personalidades, formas de
pensar y diferentes actitudes que en ocasiones puede ser frustrante para el
trabajador ya que le impide alcanzar las “metas“ que quisiera pero que no
dependen solamente de él para lograrlas.
Sumado
a eso se encuentra esta nueva forma de “convivencia” en donde la violencia
social y la muerte se ven a diario agregando más estrés, ansiedad, preocupación
por la integridad física y mental.
Estas circunstancias pueden dar pie a la deserción laboral, cambios de
zonas de trabajo afectando negativamente los objetivos de la reforma de salud, específicamente
en las atenciones y el acercamiento comunitario que, de continuar así las
condiciones, no podrán seguirse cumpliendo.
Desde el 2010, la Asamblea Legislativa de El
Salvador decreto la Ley general de previsión de riesgos en los lugares de
trabajo en donde se nos dice “Art. 8.- Será responsabilidad del empleador
formular y ejecutar el Programa de Gestión de Prevención de Riesgos
Ocupacionales de su empresa, de acuerdo a su actividad y asignar los recursos
necesarios para su ejecución. El empleador deberá garantizar la participación
efectiva de trabajadores y trabajadoras en la elaboración, puesta en práctica y
evaluación del referido programa” (2).
Finalmente,
a pesar de que se cuenta con una ley de previsión de riesgos en lugares de
trabajo, ésta no es específica al hablar del trabajo comunitario y los riesgos
a la salud mental y física a la que se exponen todos los trabajadores. Es
importante que considere este fenómeno
social y el impacto que tiene en los resultados de los trabajadores de salud, en su salud mental y física, ya que al momento
no existe un protocolo que determine el abordaje para este tipo de estrés y el
manejo oportuno de estos.
Referencias
Bibliográficas
1. Ministerio
de Salud. Informe de labores 2017-2018. San Salvador: MINSAL; 2018.
2. Ley
general de prevención de riesgos en los lugares de trabajo DL Nº 254, 21 enero
2010, publicado en el DO Nº 82, Tomo Nº 387, de fecha 5 mayo de 2010 : 4-5
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